Es responsabilidad de todos cuidar el Planeta y cada vez son más las personas que toman medidas para frenar su deterioro. También es posible contribuir a esta causa cada vez que imprimimos a través de la impresión ecológica. Esta garantiza que se adoptan ciertos protocolos para generar el mínimo impacto medioambiental.
Una de las principales medidas para obtener este tipo de impresión es el uso de papeles reciclados o libres de cloro, frenando la tala de bosques. Ello va unido una gestión responsable que reduzca su consumo, por ejemplo, intentando aprovechar todas sus dimensiones y reutilizando los sobrantes.
Los avances tecnológicos han llevado al desarrollo de tintas vegetales de alta calidad. Estas producen los mismos resultados que las tradicionales tintas de base mineral pero no contienen derivados del petróleo ni emiten compuestos orgánicos volátiles (VOC’s) que contaminen el aire. Al igual que con las tintas se han hecho grandes avances para conseguir que las planchas utilizadas para la impresión sean cada vez más ecológicas y sostenibles. Ahora, gracias a la tecnología láser las planchas ya no requieren un procesado químico por lo que no generan residuos contaminantes.
Los argumentos para apostar por una impresión ecológica son contundentes: minimizar el vertido de residuos químicos y emisiones contaminantes al agua así como el ahorro de energía. Además de aportar un grano de arena en el cuidado de nuestro planeta, la impresión ecológica conlleva ciertas ventajas para las empresas.
El uso de materiales ecológicos crea un lugar de trabajo limpio y saludable en el que los trabajadores no estén expuestos a productos tóxicos. La impresión ecológica también crea ventajas económicas. El uso responsable del papel y la utilización de papeles reciclados ayuda a la reducción de costes y apostar por la ecología puede hacer que la empresa sea capaz de optar a ciertas ayudas o subvenciones.